La decisión de Japón de verter residuos radioactivos de la central nuclear de Fukushima en el Océano Pacífico apoyada,entre otros, por Estados Unidos, genera una gran preocupación a nivel mundial.
Esta medida, ha pesar de haber sido duramente criticada por diversos sectores debido a los potenciales riesgos que podría acarrear para el medio ambiente y la salud humana, sigue adelante.
EL ECOCIDIO
En primer lugar, el vertido de estos residuos tendrá graves consecuencias para la vida marina.
El Océano Pacífico, que baña nuestras costas, alberga una gran diversidad de especies que serán gravemente afectadas por la radiación presente en los desechos nucleares. Esta situación no solo amenaza la biodiversidad, sino también la pesca y la seguridad alimentaria de las comunidades que dependen de los recursos marinos.
Además, la radiación al propagarse a través de las corrientes marinas, llegará a otras zonas del Pacífico, afectando así a un mayor número de ecosistemas y seres vivos. Esto convierte a la decisión de Japón en una acción absolutamente irresponsable desde todo punto de vista.
ALTERNATIVAS AL ECOCIDIO
Existen alternativas viables para evitar este tipo de contaminación. Una de ellas sería almacenar los residuos radioactivos en contenedores de alta seguridad en tierra. Si bien esta opción puede resultar más costosa en términos económicos, es importante considerar el valor de la preservación del medio ambiente y la protección de la salud de las personas.
Otra alternativa sería buscar métodos de tratamiento de los desechos nucleares que permitan la descontaminación y la reducción de la radiactividad antes de su liberación en el océano.
Si se invierte en tecnologías y procesos adecuados, es posible mitigar los riesgos asociados con esta forma de desecho y garantizar una mayor seguridad para el entorno marino.
Es fundamental que Japón, como uno de los países más avanzados tecnológicamente, asuma su responsabilidad en la gestión de los residuos nucleares generados por la catástrofe de Fukushima.
El Planeta no debe seguir pagando los costos de las malas decisiones de unos pocos y, por ello, hacemos un llamado urgente a la acción y movilización, para que la comunidad internacional exija a Japón, que busquen soluciones seguras y sostenibles, en lugar de optar por una medida ecocida, como el vertido de residuos radioactivos en el océano.
Con todo, la decisión de Japón de verter residuos radioactivos de la central nuclear de Fukushima en el Océano Pacífico es una opción inaceptable desde el punto de vista ambiental y de salud pública y representa una condena de muerte a las nuevas generaciones.
Es momento de priorizar la protección del medio ambiente y, a nivel global, buscar soluciones a largo plazo para la gestión de los desechos nucleares.
Patricio Neira / Director Verdesporchile.cl